lunes, 11 de enero de 2010

UP IN THE AIR (2009)


UP IN THE AIR (2009)

Dirección: Jason Reitman
Guión: Jason Reitman & Sheldon Turner (basado en la novela homónima de Walter Kirn)
Intérpretes: George Clooney, Vera Farmiga, Anna Kendrick, Melanie Lynskey, Jason Bateman, Amy Morton
Fotografía: Eric Steelberg
Música: Rolfe Kent
Duración: 109 min.

Los diferentes entornos que configuran los aeropuertos, los aviones y los hoteles llevan sobre sí la pátina de lo aséptico, lo neutro y lo deshumanizado. Pocas personas hay a quieres no les termine pesando la frialdad de tales ámbitos aún pasando la mayor parte de sus días cogiendo aviones, yendo de aeropuerto en aeropuerto y durmiendo casi todas las noches del año en hoteles. Ryan Bignham (George Clooney), eje central de este nuevo film de Jason Reitman (“Gracias por fumar” (2005), “Juno” (2007)), representa una perfecta excepción a lo anteriormente expuesto: Maduro y brillante ejecutivo de una compañía que se dedica a servir de intermediaria entre las empresas y los empleados de las mismas que deben ser despedidos, vive a medio camino entre las nubes y las distintas ciudades a las que va a ejercer su trabajo. Conferenciante consumado de su propia filosofía de desapego personal hacia lo material y los lazos emocionales como seguro camino hacia el éxito, verá cómo sus más hondas convicciones quedarán trastocadas cuando una joven (Anna Kendrick) entra en su compañía para implantar un nueva nueva metodología de trabajo y además conozca a una misteriosa y fascinante mujer de negocios (Vera Farmiga) inmersa como él en un frenesí de viajes laborales.

“Up in the air” se erige como un modélico estudio sobre un hombre aislado de toda emoción y responsabilidad afectiva en cuya vida no hay tiempo ni interés para la conexión humana porque sencillamente no cree necesitarla. Contagiado quizás por el talante de su protagonista, Jason Reitman pilota su película desde una acerada corrección y un distanciamiento que en el segundo tramo de la misma cae como una losa sobre los apuntes sentimentales que pretende mostrarnos desde la perspectiva de ese ejecutivo que comienza a descubrir dentro de sí necesidades afectivas que nunca se había permitido el lujo de observar. Tal asepticismo (del cual es responsable no sólo la dirección por la que opta Reitman sino también un guión más atento a la pulcra disección de la psicología de Ryan que de hallar una verdadera calidez emocional en su periplo de autodescubrimiento) va en detrimento del interesante triángulo de personajes que plantea la historia con quienes uno no logra empatizar aunque sí los entienda. La mencionada corrección extrema del conjunto también se contagia al apartado interpretativo en el que ni el carisma dramático de Clooney (en el que podía haber sido el mejor trabajo de su interesante carrera), ni la estudiada frescura de Anna Kendrick, ni la elegancia insinuante de Vera Farmiga consiguen atravesar la línea indescifrable que separa lo adecuado de lo sobresaliente. “Up in the air” sigue una estructura dramática que hace añorar a gritos la sabiduría de un James L. Brooks (escritor y guionista de “La fuerza del cariño” (1983), “Al filo de la noticia” (1987) y “Mejor imposible” (1997)), especialista como pocos en ahondar en la mezquindad y en las imperfecciones humanas con una chispeante ternura en absoluto complaciente. Y es que, sin duda, Jason Reitman ha confundido lo no acomodaticio con la frialdad de tono.

“Up in the air” abre y cierra paréntesis sobre el vacío firmamento de su antihéroe de forma limpia y sin estridencias, dejando un lugar dentro de ese gélido espacio para plantear (sin ningún ánimo de compromiso) temas de envergadura como el paro y las crisis ético-laborales y económicas; sin embargo, la huella que deja sobre el espectador es tan intangible e insípido como las nubes entre las que discurre media vida del protagonista.
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